viernes, 23 de mayo de 2014

Cambiando los métodos de aprendizaje

Mi noción del aprendizaje no excluye el esfuerzo, ni la abnegación, y ni siquiera el sacrificio, que suele ser inevitable, pero sí la pesadez de quien hace esas cosas sin convicción, sólo por conveniencia o por sujeción a algún poder. Si alguna revolución requiere la educación, pienso que es la revolución de la alegría, que les devuelve o les confiera a los procesos educativos su radical condición de aventura apasionada, de expedición excitante, de juego y de fiesta. W. Ospina



La educación debe configurarse como un concepto global necesario para el individuo a lo largo de toda su vida y que le dotará de un desarrollo integral en la adquisición de competencias y capacidades, así como de la capacidad para aprender. Serán sus competencias adquiridas y su capacidad para aprender las que permitan a un sujeto adecuarse a las transformaciones del entorno.  

Este modelo educativo requiere centrar la educación en el aprendizaje y no en la enseñanza. El cambio de enfoque didáctico se refleja en los propósitos que debe plantearse el profesorado:

  •    Buscar una aprendizaje que favorezca el desarrollo integral del alumno.
  •    Promover un aprendizaje de calidad, expresado en términos de competencias para resolver problemas de la realidad.     
  •    Promover el desarrollo de la creatividad, la iniciativa y la capacidad para la toma de decisiones.
  •    Integrar la teoría y la práctica, el trabajo manual y el trabajo intelectual.
  •    Promover el desarrollo de competencias consideradas desde una visión holística, tanto en términos genéricos como específicos.
  •     Promover la autonomía del alumno.

De igual manera, este modelo en el plano didáctico implica promover condiciones y situaciones de aprendizaje que permitan:

  •    Integrar el aprendizaje con la vida real.
  •    Identificar o construir condiciones de aplicación más reales (por ejemplo, diferentes ejercicios de simulación, talleres, trabajos de campo, prácticas de laboratorio, ensayos, tesis, tareas de micro enseñanza, etc.).
  •     Diseñar experiencias de aprendizaje que permitan alcanzar diferentes soluciones o varias vías de solución.
  •      Crear entornos que sean cooperativos y colaborativos.
  •     Priorizar estrategias didácticas en las que los participantes jueguen un papel activo, que les permita descubrir y construir conocimiento por sí mismos.
  •      Promover el aprendizaje a través de situaciones problemáticas.


Solo de esta manera conseguiremos envolver a los procesos educativos en ese halo de aventura apasionada, de juego y de fiesta que plantea Ospina.