Pasamos una parte muy importante de nuestra vida aprendiendo. Primero, los años de escuela, instituto y en algunos casos universidad. Más tarde, nos encontramos en la necesidad de reciclarnos para no quedar obsoletos ya que la rapidez con la que se producen los cambios en la sociedad nos obliga a mantenernos en un estado constante de aprendizaje. El mundo laboral ya no elige a sus empleados sólo por lo que saben, sino por sus habilidades personales y sociales. Esto significa que no basta con adquirir información y almacenarla, sino que es necesario tener capacidad para transferir dicha información a situaciones reales. La mirada de las empresas está puesta hoy en día en aquellos que además de poseer conocimientos tienen habilidades competitivas. Por ello es fundamental ofrecer un camino más llevadero, y sobre todo seguro, que nos conduzca a un destino feliz: “aprender y hacer del aprendizaje algo agradable y que nos haga sentirnos satisfechos con nosotros mismos”.
Está demostrado que estudiar mucho tiempo no necesariamente
garantiza haber adquirido los conocimientos necesarios. El tiempo invertido
para aprender, resulta eficaz en la medida que utilicemos la técnica adecuada.
¿Es posible mejorar nuestra forma de aprender? No sólo es posible, sino que una
vez adquirida la metodología adecuada, la persona que aprende tiene la
capacidad de mejorarla, ya que se conoce a sí mismo como sujeto que aprende.
Éste auto-conocimiento le permite potenciar todos aquellas estrategias que
garanticen un buen resultado. Es necesario analizar qué tenemos que cambiar
para aprender y cómo hay que aprender para cambiar.
Esto hace que en los últimos años se hayan desarrollado
mucho las técnicas y estrategias que permiten potenciar la capacidad de
aprender y pensar. Algunas de ellas son las denominadas TECNICAS DE APRENDIZAJE
VISUAL. Distintas investigaciones psicológicas y educativas nos indican que el
aprendizaje visual es, entre muchos, el mejor método para enseñar a los
estudiantes de todas las edades a pensar y la manera de aprender a aprender.
Estas técnicas, consisten en maneras gráficas de trabajar con ideas y presentar
información. Enseñan a los estudiantes a ampliar sus pensamientos y a
procesar, organizar y dar prioridad a la nueva información. También estimulan
el pensamiento creativo.
Para los estudiantes que se expresan de manera visual y para
aquellos que aprenden con más efectividad a través del uso de técnicas
visuales, auditivas y otros multimedios, el aprendizaje visual inspira niveles
más altos de logros, ya que trata de aprovechar al máximo las capacidades de la
persona a través de la utilización armónica de ambos hemisferios cerebrales.
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