“En el periodo de estudiante, yo
no conocía la manera de estudiar, ni siquiera la de leer un libro con provecho.
Hay una manera de estudiar para lucirse en un examen, hay otra forma de estudio
que nutre el espíritu. Yo no he llegado a poder ninguna de las dos. La
enseñanza estaba hecha a base de trozos aprendidos de memoria. Hay lectores
buenos y malos. Yo, de joven, he leído siempre atropelladamente, saltando
líneas, buscando diálogos si se trataba de una obra novelesca. Sólo ya muy
tarde he podido leer despacio, palabra por palabra”.
Pío
Baroja. Memorias. 1956
Las técnicas de estudio son un conjunto de herramientas que ayudan a mejorar el rendimiento académico y facilitan el proceso de
memorización, reflexión, análisis, crítica y
aprendizaje.
El adecuado uso de los métodos y de las técnicas de estudio permite al estudiante lograr un aprendizaje significativo, progresivo y autónomo y un mejor aprovechamiento del estudio. Facilitan y mejoran la actitud frente al estudio, integrando la atención y la concentración, distinguiendo lo principal de lo secundario. Implican no sólo lo visual y auditivo, sino también la escritura.
El adecuado uso de los métodos y de las técnicas de estudio permite al estudiante lograr un aprendizaje significativo, progresivo y autónomo y un mejor aprovechamiento del estudio. Facilitan y mejoran la actitud frente al estudio, integrando la atención y la concentración, distinguiendo lo principal de lo secundario. Implican no sólo lo visual y auditivo, sino también la escritura.
La
lectura comprensiva, el resumen, subrayar los textos, realizar mapas
conceptuales, esquemas, identificar ideas centrales, etc., son las mejores
actividades para estudiar temas largos o difíciles.
El éxito escolar radica en gran medida en cómo aprender de manera comprensiva y significativa. Esto se basa en el dominio de destrezas técnicas que convierten el estudio y los procesos de aprendizaje en una actividad personal que conduce a una adquisición eficiente y eficaz del conocimiento.
