miércoles, 29 de mayo de 2013

Lectura rápida y eficaz: 10 errores a evitar

Tanto niños como adultos nos encontramos con la necesidad de leer a diario grandes cantidades de texto. Cuando hablamos de lecturas obligadas (bien por estudio, bien por trabajo), nos gustaría tener una "varita mágica" que nos permitiera conocer el contenido de todo lo que tenemos delante sin necesidad de invertir demasiado tiempo en su lectura. Esa varita no existe, pero sí podemos aumentar nuestra velocidad lectora a través de entrenamiento en técnicas de lectura rápida y sobre todo evitando algunos errores que nos llevan a disminuir la velocidad o la compresión lectora, haciendo que nuestra lectura no sea tan rápida y/o eficaz.

Las técnicas de lectura rápida consisten en una serie de métodos de lectura que pretenden aumentar los índices de velocidad lectora, SIN REDUCIR apreciablemente la comprensión o retención del contenido leído. Los métodos en general incluyen

  • Agrupamiento de frases y palabras
  • Reducción de la subvocalización

En la practica no existe una diferencia absoluta entre la lectura "normal" y la lectura "rápida", ya que todos los lectores de hecho usan algunas de las técnicas utilizadas en la lectura rápida (como la identificación de palabras sin enfocarse en cada letra, la no pronunciación de todas las palabras, la no subvocalización de las frases, el uso de menos tiempo en algunas frases, y la revisión rápida de documentos en búsqueda de la información que se busca). 

La lectura rápida se caracteriza por el análisis de las compensaciones que se deben realizar entre la medida de velocidad y la comprensión obtenida del texto, reconociendo que los diferentes tipos de lectura resultan en diferentes niveles de velocidad y tasas de comprensión, y que dichas tasas pueden ser mejoradas con la práctica. 


Leer muy deprisa produce errores de exactitud. Leer con excesiva lentitud dificulta la comprensión. Bajo esta dimensión de la velocidad en la lectura se encuadran los siguientes errores o dificultades


  • Silabeo. Consiste en leer sílaba a sílaba. Se trata de una lectura fragmentada de la palabra que lleva a una intermitencia monocorde con ausencia de fluidez y de estructuración rítmica de la frase. Un excesivo número de fijaciones oculares propicia que no se abarquen más sílabas o la palabra entera de un solo “golpe de vista”. 
  • Denegación. Es definida como un tipo especial de omisión pero intencional o deliberada. Al encontrar el lector o lectora excesiva dificultad en su lectura opta por omitir su lectura después de haberse detenido durante unos instantes para intentar decodificarla. 
  • Lectura mecánica veloz. Consiste en imprimir una excesiva velocidad que imposibilita o impide una comprensión del texto con el consiguiente deterioro de la calidad lectora. 
  • Ralentización por exceso de fijaciones. Cuantas más fijaciones oculares se realicen en cada renglón habrá menor velocidad lectora. Se entiende por fijación ocular a la detención del ojo en cada salto o intervalo de lectura. Los lectores y lectoras poco expertos suelen realizar una fijación ocular por cada palabra, de modo que se “detienen” a leer tantas veces como palabras contenga el renglón. 
  • Vocalización. Se denomina también labialización y consiste en la repetición verbal de las palabras a medida que se va leyendo. Existe vocalización completa cuando se realiza una réplica labial íntegra, palabra a palabra de lo que lee silenciosamente y vocalización incompleta cuando la labialización se da ocasionalmente. 
  • Subvocalización. Consiste en pronunciar mentalmente las palabras que se van leyendo. 
  • Señalado. Constituye un hábito de apoyo indicador para guiar o direccional la lectura. Suele hacerse utilizando el dedo o el lápiz para “no perderse” en los renglones. 
  • Regresión. Este defecto lector consiste en la relectura de palabras y frases debido a los errores cometidos en la primera lectura o en pérdidas de la fijación ocular. 
  • Otras dificultades lectoras que inciden en la velocidad son los cambios de líneas (perderse entre renglones) por problemas del dominio visual y los movimientos de cabeza o hábito de mover la cabeza desplazando acompasadamente hacia la derecha a medida que se va leyendo, en lugar de desplazar únicamente los ojos.


Fuente: Maribel Martínez y Ginés Ciudad-Real  https://orientacionandujar.wordpress.com/

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